¿Cómo afecta el frío al motor de las puertas automáticas? Sin duda las condiciones climáticas son determinantes para el funcionamiento de las puertas automáticas. En este artículo te contamos la forma en la que el frío puede determinar el funcionamiento de las puertas automáticas y te damos algunos consejos para prevenir estas averías cuidando de forma eficiente el mantenimiento de las puertas automáticas.
Cómo afecta el frío al motor de las puertas automáticas
Las puertas automáticas con motor hidráulico suelen funcionar con aceite. Para ello, este aceite va fluyendo por dentro del motor siempre con el impulso de una bomba. Con esto se consigue que el vástago del motor vaya entrando y saliendo. El problema en condiciones de bastante frío es que el aceite es un líquido bastante denso, y por tanto cuando las temperaturas bajan y hace frío se vuelve más espeso con lo que para la bomba resulta mucho más complicado mover el motor. Es por ello que el motor irá más despacio cuando haga frío e incluso puede llegar a pararse como podemos ver con muchas puertas automáticas peatonales que se encuentran expuestas al frío y que en estas temporadas suelen funcionar más lentas o presentar problemas con su funcionamiento.
Algunos de los fallos más comunes que pueden producirse en las horas más frías del día, como por ejemplo por la mañana o por la noche el motor puede no conseguir abrir del todo o cerrar completamente la puerta automática porque tendrá el aceite más espeso. Esto sucede porque el cuadro de maniobras envía corriente al motor durante un cierto tiempo y cuando pasa este tiempo da por concluida la acción. Si quieres solucionar este problema recomendamos alargar el tiempo de configuración en el cuadro de maniobras. Asimismo, si el frío termina pronto la puerta recuperará su velocidad normal con lo que es importante valorar si de verdad vale la pena alargar el tiempo del cuadro de maniobras como hemos reseñado anteriormente.
Otro de los problemas que más suele suceder con el motor de las puertas automáticas en invierno es que la puerta se quede enganchada y no abra. Esto sucede porque algunas cerraduras de este tipo funcionan con cierre de inversión con lo que el cuadro eléctrico empieza la acción u operación y le pide al motor que cierre uno o dos segundos para liberar la cerradura y después le pide de nuevo al motor que abra la puerta.
Si el aceite del motor está espeso por el frío necesitará más de uno o dos segundos para poder arrancar y por tanto, cómo no le dará tiempo, la puerta se quedará cerrada. En este caso también recomendamos alargar el golpe de inversión o colocar un tipo de mecanismo que no incluya esta función y se libere directamente para abrir las puertas automáticas.
Consejos de mantenimiento para las puertas automáticas
Además de los consejos que presentábamos en el punto anterior para resolver estos problemas con el frío existen otras recomendaciones que se deben tener muy en cuenta para el correcto funcionamiento de las puertas automáticas.
Resulta fundamental mantener las puertas bien lubricadas, sobre todo en invierno. Lo mejor es lubricar sobre todo las zonas en las que haya metales como rodillos, muelles o cables porque es normal que funcionen peor si las temperaturas son bajas con lo que limpiarlas con aceite y repasarlas con un trapo será una gran alternativa para mantenerlas en óptimas condiciones.
Además resulta fundamental lubricar el motor e intentar colocarlo siempre en espacios resguardados y protegidos con carcasas. Es importante también que no entre nada de humedad ni de aire en las puertas automáticas y conseguir que éstas estén muy bien selladas. Además de esta forma podrás ahorrar también electricidad con lo que es muy importante revisar que no exista ningún tipo de agujero en tu puerta automática.
Además, si suele llover en la zona es posible que el líquido y la humedad pueda filtrar por el motor y dañar su placa con lo que hay que hacer revisiones periódicas cuando haga frío o llueva porque, aunque la mayoría de motores están sellados, si les entra agua o se acumula la humedad será fundamental detectar estos fallos lo antes posible para evitar que se averíen las puertas automáticas.
Es fundamental revisar también el óptimo estado de las juntas de las puertas automáticas para detectar cualquier tipo de entrada que pudiera dejar agua incluso en la carcasa del motor. Asimismo, si el motor se encuentra instalado al aire libre tendrás que revisar de nuevo si hay algún tipo de filtración. Ten en cuenta que los cambios de temperatura pueden afectar a todo tipo de accesorios de las puertas automáticas: desde la fotocélula al motor pasando por los cuadros de maniobra así que si no puedes detectar la avería no dudes en contactar con unos buenos profesionales.