Una de las mejores maneras de conseguir que tu marca tenga mayor alcance es incluir dentro de tu plan de marketing la creación de camisetas promocionales. Crear y diseñar regalos para captar clientes es siempre una buena estrategia, y en tanto que hay quien opta por llaveros o imanes, desde mi punto de vista una camiseta es siempre una mejor opción. Es una manera más práctica y rápida de hacer de tu marca algo más atractivo, y si lo que buscas es darle más voz a un evento, recurrir a las camisetas es también una buena opción. Ahora bien, si el diseño que has escogido para estampar en las camisetas no es acertado es probable que, lejos de beneficiar a tu marca, acabe por perjudicarla. Aunque parezca una tontería, este tipo de detalles pueden determinar el que tu negocio despegue o no, pues es una forma más de exponer tu imagen, y si no aciertas tu marca puede verse dañada.
Así pues, mi consejo en estas circunstancias siempre es recurrir a la creación de camisetas de publicidad, pero con un enfoque único y moderno. No basta con incluir un pequeño mensaje o el logo de tu empresa, al diseñar este tipo de camisetas es imprescindible tener cierta visión y saber qué es lo que puede atraer más público. Ten en cuenta que el objetivo de este tipo de productos es que la gente comience a ver tu marca más a menudo y, sobre todo, que quieran llevarla puesta, por lo que tienes que contar con un planteamiento original y elegante. Si estás a las puertas de algún evento importante y quieres promocionarlo, o si sencillamente quieres que tus clientes tengan la oportunidad de disponer de una camiseta en relación a tu marca, en este artículo he reunido los mejores tips para acertar en la creación de camisetas promocionales, y tengo muy claro que, si los sigues, te sentirás francamente orgulloso del resultado.
Cómo diseñar una camiseta promocional atractiva
Lo primero en lo que debes pensar a la hora de crear una camiseta de estas características es en el material. Es muy importante que dispongas de camisetas de primera calidad, es decir, tienes que asegurarte de que tu producto resulta cómodo. Ten en cuenta que se trata de algo que tus clientes o empleados van a llevar puesto. Así pues, debes asegurarte de que las camisetas sean ligeras, que tengan una textura agradable y que no den calor o transparenten, porque de esa manera, además de incentivar el diseño mejorando su calidad, también te aseguras de que sea una prenda viable que quieran ponerse voluntariamente y no solo para promocionar.
Una vez cuentes con ese material de buena calidad, lo siguiente es contar con el diseño. Desde mi punto de vista, y teniendo en cuenta el tipo de diseños que suelen verse por ahí, es que evites abigarrar la camiseta. ¿Qué quiero decir con esto? Que no la sobrecargues. Si creas un diseño con demasiados elementos variados entre sí distraes la atención de todos a la vez, por lo que no se convertirá en una camiseta promocional sino en una camiseta desordenada que, en contra de lo que tú deseas, pasará desapercibida. Lo mejor es optar por un diseño sencillo, ya sea un único logo de tu marca o un mensaje más elaborado. Muchas veces se recurre a un mensaje por escrito en la parte delantera con un sutil guiño a la marca, aunque a mí no me parece lo más acertado.
Tal y como yo lo veo, si dispones de un buen logo lo mejor es diseñar la parte delantera con ese logo, tanto en el centro de la camiseta como a un lado, puesto que esto último se ha puesto de moda de un tiempo a esta parte y está bastante bien valorado. Da calidad al diseño, puesto que parece profesional y no únicamente una camiseta promocional. Y, por otro lado, aprovecha la parte trasera. No centres todo el peso del diseño delante, porque, aunque resulta cómodo y no tiene por qué perjudicarte en absoluto, repartir el peso al frente y en la espalda conseguirá una armonía más atractiva, además de aportar una visión diferente de la camiseta desde distintas perspectivas. Pues colocar el logo delante y un mensaje relacionado con tu marca detrás, o a la inversa, pero mi consejo es aprovechar esa zona.
Por último, los colores. Evidentemente, si tu marca se caracteriza por determinados colores, lo más práctico es que recurras a ellos. No obstante, si son muy llamativos, te recomiendo intentar aportarle un poco de sobriedad al diseño de la camiseta. Es decir, si los colores combinan bien entre sí, mi recomendación es siempre optar por una camiseta básica blanca o negra, porque son los colores sobre los cuales resaltan mejor el resto, y hacen de ella algo más elegante que puede llevarse en todo tipo de situaciones.